Sector Colombiano del Petróleo y el Gas

Colombia es uno de los seis países latinoamericanos que posee recursos energéticos significativos y potenciales hacia el futuro. En materia de hidrocarburos se estiman en 1.668 millones de barriles y en 7.3 terapies cúbicos, sus reservas probadas de petróleo y gas natural, respectivamente. El petróleo, que representó en el año 2008 el 32% del total de las exportaciones colombianas, es una de las mayores fuentes externas de efectivo para el país.

Las oportunidades que ofrece el sector hidrocarburífero colombiano atrae la inversión extranjera de grandes compañías que operan independientemente o a través de contratos de joint venture con empresas ya establecidas en Colombia.

La industria petrolera colombiana es altamente sofisticada y diversificada. Además de compañías de extracción y producción, Colombia posee dos refinerías, una fuerte industria petroquímica, compañías de servicios petroleros y de gas, compañías consultoras y otros elementos claves en la cadena de valor de la industria. Cerca de una docena de instituciones académicas ofrecen programas especializados en geociencias e Ingeniería de petróleos. Aún más, la larga historia del país en la exploración y explotación de petróleo y gas, ha contribuido al desarrollo de una amplia base de profesionales hábiles y experimentados en la industria petrolera.

Colombia se convirtió en un exportador de crudo en los 80, a raíz de importantes descubrimientos en los campos de Caño Limón, Cusiana y Cupiagua. La producción del país creció de 126,000 bpd (barriles por día) en 1980 a 816,000 bpd en 1999, y las exportaciones alcanzaron $4.500 millones de dólares en 2000.

Desde 2007, la producción se ha incrementado de 525.000 a 650.000 bpd (barriles por día) La Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) posee un ambicioso plan de inversión para mejorar la base de conocimiento y comprensión de la geología del país e impulsar la exploración del importante potencial de hidrocarburos existente, especialmente en las áreas menos exploradas. Para lograrlo, la ANH ha venido destinando, más de 100 millones de dólares cada año en la compra de nuevos datos sísmicos y geológicos.